en un edificio de 12 pisos que no podamos evitar, con vecinos irresponsables y pequeños, tan pequeños como lleguen a ser nuestros problemas.
una vida como una superficie en blanco, con los contornos dispuestos a ser sepultados con disputas y secretos inaudibles,
con tu infinita prudencia haciéndole un espacio a mi ego, en un poema sobre otro,
inmóvil,
como un fuego incalculable cayendo verticalmente desde el cielo.
quiero una vida a tu lado, sin supersticiones,
con el dolor de ansiarte cerca, con este amor filudo,
con el dolor de ansiarte cerca, con este amor filudo,
siendo vulnerables a cualquier clase de espera,
al horroroso temor de hacernos daño.
al horroroso temor de hacernos daño.
una vida que encaje perfectamente como mi boca a tu sed, en el beso agitado donde nuestra batalla recién empieza, cuando la pausa se reanuda y amablemente nos golpeamos uno al otro. una vida, en defecto, que pueda soportar la ira del mundo, torpe y poco ordinaria,
como esta que llevo contigo,
desde ti.
A.
A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario