domingo, 27 de marzo de 2011

Eres

A.










Para seguir en la ruta








“Cuando le preguntaron a Keith Richards, guitarrista y compositor de Los Rolling Stones, que si se sentía atemorizado ante las muertes consecutivas de su compañero Brian Jones, Jimi Hendrix y Janis Joplin, contestó: “¿Asustado?. Ni un tris. No vaya a creer que soy una persona así débil como ellos”. Allí está la gran diferencia, en el implacable mundo del rock and roll. El instinto musical debe controlar toda clase de temor, inseguridad y sensación de vacío. El artista tiene que ser de cabeza fría, nervios de acero y muy estabilizado psicológicamente. Y tener nociones de economía. Si no, difícilmente podrá vivir al éxito de la sociedad capitalista.”

De: Mi cuerpo es una Celda, Alberto Fuguet.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Sebakis



Si tuviera…

Si tuviera una mano mas, cortaría nuestra relación mientras te hago mimos. Con una pierna mas, podría jugar al pisa pisuela y comenzar el 50% de mis clases de tap. Con un codo mas, podría estar hasta los codos sin desperdiciar mis brazos. Con otra lengua, los trabalenguas serian pan comido, pero el pan lo tragaría una sola boca. Si tuviera tres ojos, me copiaría los exámenes mientras me hago el dormido. Con otro pito jugaría a los espadachines conmigo mismo. Con otro yo, podría contarme este cuento, mientras el otro yo, me cuenta este cuento. Con otro cuento como este, perdería el copyright. Con una frase igual a esta, con una frase igual a esta.

                                                                                                       sebastián kirzner. 






quiero una vida



quiero una vida a tu lado, tan tormentosa como se pueda vivir.
en un edificio de 12 pisos que no podamos evitar, con vecinos irresponsables y pequeños, tan pequeños como lleguen a ser nuestros problemas.
                   una vida como una superficie en blanco, con los contornos dispuestos a ser sepultados con disputas y secretos inaudibles,
con tu infinita prudencia haciéndole un espacio a mi ego, en un poema sobre otro,
inmóvil,
como un fuego incalculable cayendo verticalmente desde el cielo.
quiero una vida a tu lado, sin supersticiones, 
con el dolor de ansiarte cerca, con este amor filudo,
siendo vulnerables a  cualquier clase de espera,
al horroroso temor de hacernos daño.
una vida que encaje perfectamente como mi boca a tu sed, en el beso agitado donde nuestra batalla recién empieza, cuando la pausa se reanuda y amablemente nos golpeamos uno al otro. una vida, en defecto, que pueda soportar la ira del mundo, torpe y poco ordinaria,
como esta que llevo contigo,
desde ti.


A.






La soledad de Abencia Meza



Quién puede decir que el olvido es una especie de plataforma,
un viaje sideral o virtud inane,
una máquina maravillosa que hace insoportable la idea
de que la historia se haga en pequeñas porciones irrepetibles,
que probablemente la nostalgia sea el combustible perfecto y razonable
que confirme que la rebeldía del destino
en nuestro caso y el de los otros 
acaba por insinuar
que medio cuerpo por la ventana, es también medio cuerpo dentro de la casa.